viernes, 3 de abril de 2009

SONIDO Y PERDIDA AUDITIVA.

Carlos nos pregunta: He visto en la web de Apple que los auriculares del iPod dan un máximo de 100 db. ¿Hasta qué punto es perjudicial tener la música todo el día a esa potencia?

Para responderle, hemos recurrido a Vicente Pla Ferri, Ingeniero Técnico de Telecomunicación (Sonido e Imagen), que nos ha remitido este artículo.Este artículo es un llamamiento a todos los lectores para que sean conscientes de lo perjudicial que puede llegar a ser el sonido para el oído. En él se hará una introducción al funcionamiento del oído, y posteriormente se expondrán una serie de tablas con niveles típicos de ruido y recomendaciones.
1-INTRODUCCIÓN
Como trabajador del mundo del sonido que soy, estoy especialmente sensibilizado ante el problema de padecer pérdida de audición. ¿Cómo puede un Ingeniero de sonido mezclar o realizar una grabación si está sordo?. Por desgracia, el oído es un órgano extremadamente sensible a las agresiones externas. Muestra de ello son las afirmaciones de la asociación H.E.A.R (Hearing Education and Awareness for Rockers): "51 millones de americanos padecen de acúfenos y otros 28 millones más, de pérdida auditiva". En este artículo intentaré evaluar los problemas que pueden llegar a acarrear los niveles sonoros demasiado elevados.
2.-EL OÍDO
2.1 .-Funcionamiento
Está dividido en tres partes: Oído externo, medio, e interno. Las ondas sonoras llegan al oído externo donde son captadas por el pabellón auricular y dirigidas al canal auditivo. Éste las canaliza al tímpano que empieza a vibrar. Sus vibraciones son transmitidas a través de la cadena de huesecillos al oído interno. Finalmente llega a la cóclea ,en cuyo interior está la membrana basilar, que se encarga de transformar el sonido en impulsos eléctricos que al transmitirse por el nervio acústico son interpretados como sonido por nuestro cerebro. A mayor nivel de presión sonora, mayor vibración de las células de la membrana basilar y por lo tanto mayor sensación de volumen.


2.2.-Protección natural
El oído medio tiene en su interior un pequeño músculo que se contrae cuando le llegan sonidos fuertes y ayuda a reducir el nivel del sonido antes de que llegue al oído interno. La contracción de este músculo reduce la sensibilidad del oído y se manifiesta con la respuesta subjetiva de bajada de volumen.
3.-PROBLEMAS POR EXPOSICIONES DEMASIADO ELEVADAS.
La exposición prolongada a sonidos fuertes afecta negativamente a las terminaciones nerviosas de la membrana basilar y provoca una pérdida progresiva en la audición. Una señal inequívoca de haber estado expuestos a sonidos demasiado fuertes es la aparición de acúfenos (Típica sensación de zumbido en los oídos que se tiene después de salir de un concierto o discoteca)
3.1.-Daños en el oído (8).
El ruido puede provocar distintos efectos sobre el órgano de la audición, que de menor a mayor importancia podemos enumerar como:
-Enmascaramiento de la audición: Un sonido de elevada intensidad no dejará que escuchemos otro más débil.
-Fatiga auditiva: Es el descenso transitorio de la capacidad auditiva. No hay lesión y la audición normal mayoritariamente se recuperará en las 2 primeras horas. La recuperación total se obtendrá en 16 horas de descanso.
-Hipoacusia permanente: Requiere una exposición sonora a ruido elevada en intensidad y tiempo, o una fatiga prolongada que no permita la recuperación. Comienza a establecerse entre 4.000 y 6.000 Hz. Si la exposición continúa, comienza a propagarse hacia frecuencias mas elevadas y posteriormente hacia las mas bajas.

Ilustración 4 Pérdida auditiva inducida por el ruido


Ilustración 5 Pérdida auditiva en función de la edad para diferentes frecuencias
3.2.-Efectos en órganos distintos a los de la audición.
La exposición al ruido tiene efectos sobre órganos distintos a los de la audición:
-Hiperreflexia y alteraciones en el EEG.
-Dilatación pupilar
-Alteraciones de la frecuencia cardíaca e hipertensión arterial.
-Alteraciones en la secreción gastro-intestinal.
-Alteraciones del ritmo respiratorio.
-Alteraciones menstruales.
-Estrechamiento del campo visual y problemas de acomodación.
-Vértigos.
A mediados de los años 80 la OCDE(OCDE 1986) presentó los siguientes niveles como umbral de ruido molesto (L Aeq en periodo diurno)(11):
-De 55 a 60 dB A: el ruido causa molestia.
-De 60 a 65 dB A: la molestia aumenta considerablemente.
-Por encima de 65 dB A: surgen perturbaciones del modelo de comportamiento, sintomáticas del daño grave originado por el ruido.
Dos estudios recientes en Alemania (1) han demostrado que el 25% de los jóvenes alemanes sufre serios daños en el oído por escuchar música demasiado alta en discotecas o en equipos portátiles de sonido mediante auriculares. Además un 10% de los jóvenes entre 16 y 18 años tiene daños lo suficientemente serios como para tener problemas en conversaciones normales. Tal y como dice el doctor Sweetow ."El principal problema con el sonido es que no te das cuenta de cuando te estás haciendo daño".
La Organización Mundial para la Salud sugirió un valor estándar de orientación de 55 dB A, que se aplica durante el periodo diurno con objeto de evitar interferencias significativas con las actividades normales de la población local.
3.3.-Niveles sonoros típicos.
A modo de referencia (9) podemos tomar las siguientes reglas para saber a que presión sonora estamos expuestos:
-Necesitamos hablar muy fuerte para comunicarnos: nivel mayor de 80 dB A
-Hay que gritar: mayor de 85 dB A.
-Tenemos que aproximarnos al interlocutor para poder escucharle: mayor de 95 dB A
Si nos ceñimos a la Comunidad Valenciana (6) observamos que tras estudiar 275 pubs, bares y discotecas el nivel obtenido es:

3.4.-Legislación.
Para poder evaluar la exposición a ruido laboral y estimación de la pérdida auditiva inducida por ruido deberíamos usar la norma ISO 1999/(1990) (13). Esta norma internacional presenta una relación estadística entre la exposición al ruido y el desplazamiento permanente del umbral auditivo.
En España recientemente se ha aprobado la Ley 37/2003 del Ruido (14) que tiene por objeto prevenir, vigilar y reducir, la contaminación acústica, para evitar los daños que de ésta pueden derivarse en la salud humana, los bienes o el medio ambiente.
En el Real Decreto 1316/1989 (15) se establecen los niveles a partir de los cuales los trabajadores deben estar sometidos a evaluación de su audición:
-Revisión anual si el nivel diario equivalente supera 85 dB A, o si el nivel de pico es igual o mayor a 140 dB.
-Revisión cada tres años si el nivel diario equivalente supera los 80 dB A.
-Además si se sobrepasa el nivel diario equivalente de 90 dB A o los 140 dB de pico, se obliga a reducir el nivel de exposición de los trabajadores.
A nivel de comunidades autónomas, se ha publicado la ley 7/2002 de la Generalitat Valenciana de Protección contra la contaminación Acústica. Que establece los niveles máximos en locales de ocio.
Ilustración 6 Ley 7/2002 de la Generalitat Valenciana
Además según marca la ley 37/2003 los ayuntamientos también desarrollan sus ordenanzas municipales.
3.5.-Recomendaciones.
Distintos organismos internacionales han publicado tablas con tiempos máximos de exposición al sonido:
a)American Conference of Governmental Industrial Hygienist (ACGIH)(16)

b)EEUU:Ocupational Safety and Health Act. (OSHA)(2)

c)British Ocupational Hygiene Society (BOHS)(2)

De su análisis podemos ver que, a menudo, en nuestra vida cotidiana se sobrepasan los máximos tiempos de exposición al ruido que puede soportar el oído.
Ello conlleva a corto plazo la aparición de acúfenos, y si las agresiones se repiten, daños permanentes en la audición
4.-SOLUCIONES
Estos problemas se pueden abordar de dos formas distintas. Donde se pueda, se adaptan los niveles de escucha a niveles adecuados. En los lugares donde no se pueda reducir el nivel de ruido se toman medidas de protección para los oídos.
4.1.-Protecciones para los oídos
Existen distintos tipos de protecciones para los oídos en el mercado. Cada uno de ellos con una atenuación distinta. Entre ellos destacan:
-Hechos a medida del oído: 15 a 20 dB.
-De espuma plástica expandible: 12 a 28dB.
-De silicona: 17 a 22 dB.
-Cascos orejeras: más de 25 dB.
Al usar cualquiera de estos métodos de atenuación tenemos como mínimo una reducción entorno a 15 dB.
Ello significa que según la OSHA nuestro tiempo máximo de exposición a un sonido se multiplica por 8.
El principal problema de este tipo de protecciones es que no suelen ser transparentes en frecuencia, atenúan más las altas frecuencias que las bajas. En el caso de un ingeniero de sonido no podrán ser usadas para mezclar, puesto que necesitaría que fueran transparentes en frecuencia. Para ello el mercado ha introducido algunos protectores de respuesta “plana”.
Como experiencia personal, contaré que, habitualmente utilizo tapones de espuma amarilla (de los que se encuentran fácilmente en las farmacias) cuando entro en recintos donde hay niveles de ruido muy elevados. Con ellos se consigue salir de una discoteca sin zumbidos en los oídos. Además, debido a que los sonidos débiles enmascaran menos que los fuertes, la inteligibilidad de la palabra en ambientes ruidosos aumenta al llevarlos puestos.
4.2.-Niveles de escucha en distintos emplazamientos.
Los niveles que en este apartado se citan, lo son únicamente como referencia. El nivel de cada recinto dependerá de posición oyente-fuente, circunstancias particulares, promotor del espectáculo, etc.
4.2.1.-Locales proyección de cine .
Según recomienda la empresa Dolby (5) los niveles de escucha a máxima modulación de la película deberían ser aproximadamente de:
-90 dB. para Dolby Stereo A.
-95 dB. para Dolby SR.
-103 dB. para Dolby Digital.
Teniendo en cuenta que la duración media de una película no suele exceder de 1 hora 45 minutos y que estos niveles se darán únicamente en las crestas del programa, no deberían ser perjudiciales para el oído. El problema viene cuando las salas aumentan el volumen de proyección para impresionar al oyente. Según se afirma en (1), los cines de la Bahía de San Francisco proyectaron películas como "Batman y Robín" a 112 dB. de nivel medio. Ruido similar al que soporta un obrero de la construcción con un martillo neumático.
4.2.2.-Salas de registro.
Debido a que el oído no responde con la misma respuesta en frecuencia a volúmenes distintos, lo ideal será trabajar a un nivel similar al que la audiencia usará para escuchar nuestro trabajo.
4.2.2.1.-Cine: Niveles idóneos son los expuestos en 4.2.1.
Si se prolonga el trabajo a lo largo de una jornada de 8 horas y se están mezclando pasajes de mucha acción de la película, podrían llegar a ser perjudiciales para el oído. Especialmente en el caso de los sistemas digitales de cine.
4.2.2.2.-Estudios de grabación de música:
El nivel óptimo dependerá del tipo de música que estemos grabando. Puesto que, mayoritariamente la música se oye en casa a un nivel tal que no moleste a los vecinos, éste será el nivel idóneo. Podemos estimarlo entre 70 y 85 dB. Es conveniente marcar los potenciómetros de volumen ya que a lo largo de una sesión de trabajo se tiende a aumentar los niveles de escucha debido a la fatiga auditiva.
4.2.2.3.-Controles de realización en TV y Radio:
Son lugares donde la tendencia natural es a elevar el volumen. Se deben escuchar al mismo tiempo programa, órdenes y pre-escuchas. Lo ideal es el silencio en el control pero no siempre se cumple. El jaleo impide escuchar, con lo cual se eleva el nivel de escucha. Al elevar el nivel de escucha se habla más fuerte todavía. En este caso la solución es la misma que en el caso anterior: Se marcan niveles y cuando no se escucha adecuadamente se intenta mantener el silencio en el control.
4.2.3.-Conciertos en directo
4.2.3.l.-Sistemas de P.A.:
Niveles habituales en los conciertos actuales son entre 100 y 110 dB A en la posición de mezcla. Con este tipo de exposiciones, el oído empieza a tener pérdidas no recuperables a partir de 1/2 de hora de exposición. En posiciones más cercanas a los altavoces el volumen será mayor todavía. Según afirma Albert Lecesse (3) es absurdo mezclar a niveles superiores de 105 dB ya que con estos niveles no hay fuente de ruido externa que sea capaz de enmascarar el concierto.
4.2.3.2.-Sistemas de monitores:
En los conciertos existe un gran número de monitores encima del escenario. Para que el intérprete los escuche adecuadamente deberán estar a un nivel muy elevado. Como solución, se pueden usar sistemas de monitorado mediante auriculares que además tienen la ventaja añadida de ahorrar mucho espacio en los camiones. Existen modelos específicos diseñados a medida del intérprete que ofrecen un alto grado de aislamiento del exterior y permiten trabajar con niveles de escucha muy reducidos (4).
4.2.4.-Discotecas.
Son verdaderos monstruos para nuestros oídos. Allí se está sometido a niveles de más de 115 dB A. durante más de una hora. En las proximidades de los altavoces se puede medir mas de 115 dB A. A este nivel se producen daños permanentes en la audición con solo unos minutos de exposición.

5.-CONCLUSIÓN
La tecnología del audio ha evolucionado en los últimos años y se ha conseguido elevar el volumen eliminando los problemas de distorsión en los sistemas electroacústicos. Esto, junto con las actividades industriales y de ocio, ha conducido a un progresivo aumento del nivel de presión sonora en muchos de los lugares por donde nos movemos a lo largo del día. Estamos continuamente exponiéndonos a niveles de ruido excesivos y a la larga acabará pasando factura a los oídos que no se protejan adecuadamente.

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